¿Realmente sabemos lo que
comemos?
Mantequilla y margarina
cuentan con partidarios y detractores. Son alimentos de origen diferente, que
tienen en común su elevado contenido en grasa. No debemos abusar de estos
productos, pero, pese a lo que afirman los "bulos" que circulan sobre
ellos, no son perjudiciales.
Tanto la mantequilla y como
la margarina han sido muy atacadas en diferentes momentos por su contenido
graso, indudable, y por la naturaleza de sus grasas. Pero aunque su consumo no
deba ser habitual, tampoco debemos excluir estos productos de nuestra
alimentación. Conocer mejor la composición de cada uno puede ayudarnos a
comprenderlo.
La mantequilla: un lácteo
clásico
La mantequilla era ya
conocida y muy apreciada en la Antigüedad. Este producto se obtiene por el
batido de la nata de la leche; es, esencialmente una nata batida.
La mantequilla contiene un
15-20% de agua y un 80-85% de grasas. La mantequilla se puede obtener de la
leche de distintas especies animales, aunque la de vaca es la de mayor consumo.
También se distinguen las mantequillas
en función de su proceso de elaboración y su composición: así encontramos en el
mercado mantequilla batida, mantequilla baja en calorías, mantequilla salada
(si añade sal en su proceso de elaboración)...
Las mantequillas fáciles de
untar y las mantequillas bajas en grasa tienen la mitad de materia grasa que
las tradicionales y su textura se logra añadiendo gelificantes y, normalmente,
aromas y colorantes para parecerse a las mantequillas tradicionales.
La mantequilla es fuente de
lípidos, vitaminas liposolubles A y D, y de colesterol.
Margarina: una grasa untable
que puede ser funcional
La margarina se inventó en
1869, cuando H. Mege Mouries patentó un procedimiento que permitía obtener una
grasa para untar a partir de sebo de vacuno, como sustituto barato de la
mantequilla. Su nombre se debe a su contenido de ácido margárico, que entonces
se creía muy abundante en el sebo.
Actualmente la elaboración de
la margarina es muy diferente, pues se hace sobre todo a partir de grasas
vegetales sometidas a procedimientos industriales como la hidrogenación y la
transesterificación que permiten obtener una grasa sólida a partir de una
líquida (por ejemplo, a partir de un aceite de semillas). La hidrogenación hace
que la grasa de los aceites vegetales se haga más saturada, de modo que sus
efectos en el organismo difieren de los de los aceites originalmente empleados;
además, en el proceso pueden formarse ácidos grasos "trans", unas
grasas insaturadas de diferente conformación y que en nuestro organismo se
comportan como grasas saturadas. Por suerte, los análisis de la OCU sobre
margarinas no han detectado por el momento cantidades elevadas de ácidos grasos
saturados o de tipo "trans".
La margarina es una excelente
fuente de vitaminas A y E. Además se les añaden otras vitaminas o nutrientes
como minerales, fibra o fitoesteroles.
Mantequilla o margarina,
¿cuál es mejor?
Aquí no se trata de alimentos
buenos o malos, ni de engordar más o menos. Ambos alimentos son productos ricos
en grasas, y aportan nutrientes importantes para nuestro organismo. Aunque se
parecen en muchas cosas, en otras son totalmente distintos.
La grasa de la mantequilla
engorda exactamente lo mismo que la de la margarina. Por tanto, si los dos
productos llevan el mismo porcentaje de grasa, engordan igual. En España se
comercializa habitualmente la margarina 3/4, que lleva un 60% de grasa en lugar
del 80% que contienen casi todas las mantequillas. Esta es la razón de que
resulte algo menos calórica. Pero en el mercado también hay mantequilla con
contenido de grasa rebajado (se venden incluso con el 50%).
En términos de contenido de
ácidos grasos (saturados, monoinsaturados y polinsaturados), a causa de la
utilización de materias grasos vegetales, las margarinas son siempre más ricas
en ácidos grasos mono y polinsaturados que la mantequilla, cuyos ácidos grasos
son mayoritariamente saturados (de origen animal).
Las personas que deban
controlar el colesterol deben optar por las margarinas vegetales ya que la
mixta y la mantequilla aportan cerca del 10% de la cantidad máxima recomendada
en una porción de 10 gramos.
La recomendación de la OCU es
hacer un consumo equilibrado de ambos productos. Por su elevado contenido en
grasa no debemos consumirlos habitualmente, pero ni mantequilla ni margarina
deben desterrarse de la dieta. Para más información consulta la Pirámide de los
Alimentos.
Resumiendo:
- Ambas tienen la misma
cantidad de calorías.
- La mantequilla es
ligeramente más alta en grasas saturadas: 8 gramos , comparada con los 5 gramos
que tiene la margarina.
- Comer margarina en vez de
mantequilla puede aumentar en 53% el riesgo de enfermedades coronarias en las
mujeres, de acuerdo con un estudio médico reciente de la Universidad de
Harvard.
- Comer mantequilla aumenta
la absorción de gran cantidad de nutrientes que se encuentran en otros
alimentos.
- La mantequilla provee
beneficios nutricionales propios mientras la margarina tiene sólo los que le
hayan sido añadidos al fabricarla.
- La mantequilla sabe mucho
mejor que la margarina y mejora el sabor de otros alimentos.
- La mantequilla ha existido
durante siglos mientras que la margarina tiene menos de 100 años.
- La Margarina tiene niveles
mas altos de ácidos grasos transgénicos. (Sí, ésos que recién ahora los
científicos descubrieron que son malísimos y los gobiernos comenzaron a
prohibirlos) .
Con el consumo de
Mantequilla:
- Aumenta en cinco veces el
riesgo de cáncer.
- Disminuye la calidad de la
leche materna.
- Disminuye la reacción
inmunológica del organismo.
- Disminuye la reacción a la
insulina.
Y ahora, tu decides.
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