Navega sin contracturas
A tí, que como yo estás tanto tiempo delante de la pantalla… unos sencillos consejos que te ayudarán a prevenir lesiones de ordenador.
Las lesiones que generan las nuevas tecnologías son cada día más frecuentes entre la población. Atajar los primeros síntomas es fundamental para prevenir molestias más graves.
Voy en tren y mi vecino de asiento teclea con avidez su smartphone. Observar la velocidad con la que pulsa la pantalla no me genera admiración. Todo lo contrario: me recuerda a los pacientes que venían a la consulta del traumatólogo con los tendones de los pulgares inflamados. Levanto la vista y me encuentro rodeado de viajeros que, buscando una distracción, trabajando o sencillamente contactando con sus amigos, están enfrascados con sus máquinas. Desde portátiles a tabletas, teléfonos móviles y netbooks, todo funciona de manera similar: teclados pequeños, posiciones incómodas y velocidad, mucha velocidad. Sin olvidar los que juegan en universos y guerras virtuales.
Y es que el uso de los ordenadores en el trabajo genera un nuevo tipo de lesiones, que hoy en día se han intensificado con los diversos aparatos tecnológicos que usamos en todo momento y lugar.
¿Qué hacer para prevenir las contracturas?
Cuando se pasan muchas horas al día tecleando frente a una pantalla de ordenador han de tenerse en cuenta tres aspectos fundamentales que pueden acabar desarrollando dolores musculares o esqueléticos.
Es posiblemente el quid de la cuestión. Cada vez que el dedo pulgar o índice presiona una tecla entran en juego músculos y tendones. Si les pedimos a los dedos que realicen este movimiento muchas veces a lo largo del día al final estarán agotados y se van a defender. Así, un músculo creará una contractura defensiva, o lo que es lo mismo, perderá elasticidad, se volverá rígido y el tendón que lo une al hueso empezará a sufrir una tensión extra mantenida. Estos cambios pueden ser inapreciables para nosotros, pero no para nuestro tejido, que empezará a inflamarse, quejándose así de su situación traumática.
La Fuerza
Al hacer un movimiento con la mano, por ejemplo manipulando un ratón de ordenador, aunque no lo parezca se emplea algo de fuerza. Estos movimientos con presión provocan microtraumatismos que, individualmente, no resultan molestos, ni muchas veces detectables. El problema surge cuando se van sumando muchos de estos pequeños movimientos y, sobre todo, cuando no se realiza ningún tipo de ejercicio de recuperación que los contrarreste, ni estiramientos específicos o un masaje de descarga, como por ejemplo hacen muchos deportistas.
La Postura
Aguantar un teléfono con el hombro y la cabeza inclinada, teclear un ordenador portátil que reposa sobre el regazo o ver en él una película tumbados boca abajo sobre una cama o sofá… son ejemplos de malas posturas que obligan a los músculos a alargarse en exceso. Si estos abusos se mantienen de forma continuada se van transformando en molestias. Ser conscientes de cómo nos situamos delante del ordenador y de cómo y cuánto utilizamos los teléfonos móviles es fundamental para la salud.
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